Mi inicio en la Pintura sucedió, como suelen suceder los acontecimientos determinantes en la vida; diría en forma sorpresiva, casi mágica. Al menos ese fue y es mi sentir.
¿Qué quiero decir con esto?...
En ocasiones, el Universo pone al alcance de nuestras manos lo que tanto estamos necesitando, en pos de enriquecernos espiritualmente y de generar un salto cuantitativo en nuestro crecimiento personal, salvar falencias personales que no hemos concientizado.
Con la pintura me sucedió eso.
Me permitió canalizar la expresión de mis más profundos sentimientos, ayudándome a sanar viejas heridas y de este modo entrar en el camino de la superación emocional.
Es que pintar tiene un potente efecto sanador.
La Pintura fue desde mis inicios y sigue siendo, un nexo con el Canto Lírico y con las Matemáticas.
Sucede que comencé pintando en acrílico sobre soporte madera, cada una de las doce flores del famoso Álbum “Flores Argentinas” para canto y piano, compuesto por el Maestro Carlos Guastavino con poesía de León Benarós, Álbum para mí especialmente entrañable pues hacía años conocía y cantaba las pequeñas grandes joyas que lo componen y además había tenido la dicha de entablar un vinculo de especial afecto con el Maestro Guastavino, quien me invitó a visitarlo en su departamento de Belgrano el 21 de mayo de 1996, nunca olvidaré ese momento maravilloso de mi vida.
Luego continué con mandalas geométricos inspirados en la Geometría Sagrada, que adapté a mi creatividad en obras realizadas con acuarelas también sobre soporte madera.
La Geometría, disciplina amada por mí dentro de las Matemáticas fue uno de los protagonistas principales de mi pintura.
Todo aconteció en noviembre del 2012, cuando conocí a la Artista y Arte terapueta, Profesora de Pintura Carina Beltrame, quien desde entonces fue y sigue siendo mi mentora en la pintura y en toda iniciativa vinculada con esta actividad.
Nuestro encuentro se produjo en uno de los tantos y tradicionales talleres de mandalas y espiritualidad que realiza en Rosario y dentro de todo nuestro país, la Artista Plástica uruguaya Agó Páez Vilaró, con quien Carina comparte años de trabajo y, al que asistí, por iniciativa de un amigo.
Pasados algunos días luego de ese encuentro, surgió en mí la inquietud de pintar 12 mandalas con cada una de las doce flores argentinas del mencionado álbum.
Así fue que me comuniqué con la profesora Carina Beltrame. Ya era casi fin de año. Tenía la esperanza que ella escuchara mi propuesta y me diera un turno de trabajo a partir del año siguiente.
A Carina le entusiasmó la idea y, para mi gran sorpresa y emoción, me sugirió, con la generosidad y bonhomía de bien que la caracteriza que, si lo deseaba, ella estaba dispuesta y me esperaba la siguiente semana, en su Taller del Círculo de Escultores de Rosario, para comenzar.la actividad.
Así se inició este vínculo con la pintura que continúa luego de 13 años ininterrumpidos.
Comencé como dije trabajando cada una de las 12 flores y luego de esa colección pasamos a una serie de mandalas geométricos en acuarela, siempre con soporte madera.y también en acrílico.
Siguieron estudios de dibujos: grafitos y tintas sobre cartulina, para seguir con colecciones de, pinturas geométricas, abstractos, metafísicos y figurativos, todos con soporte bastidor y continúo.
Mi primera muestra la concreté en la emblemática Sala Amigos del Arte de la ciudad de Rosario, con la exposición de mis Doce Mandalas de Flores Argentinas, en Homenaje a las Flores Argentinas del Maestro Guastavino, aunado a un concierto de cámara con las doce obras, que interpreté junto al Maestro Walter Nebreda.
En el ítem Música del Menú de esta página, encontrarán un link de una de las entrevistas por el Homenaje, publicada por Entre Notas, periodismo de difusión de Música Clásica de Rosario, de la periodista y cantante Josefina Bertozzi.
La segunda muestra también se realizó en la Sala de Amigos del Arte de Rosario, se llamó “Energía Femenina”, y estuvo compuesta por grafitos y tintas vinculadas en su mayoría, con esa temática.
Ambas muestras fueron presentadas por la Artista Plástica y Crítica de Arte Marcela Velles.
Con el correr de los años participé en numerosas ocasiones, y continúo, en Salones de GD Galería del Abasto en CABA.
Así conocí a sus Directores los Artistas Plásticos Graciela Zaid y Damián Suárez Ioshi, grandes artistas y seres humanos excepcionales, cálidos, afectuosos y de una gran espiritualidad.
Damián ya partió de este mundo pero continuamos un cariñoso vínculo con su esposa, empresaria y directora de la Galería, Graciela Zaid.
En dichos Salones he tenido la gratificación de recibir algunas menciones, de las cuales comentaré en otro ítem de esta página y, también me extenderé en las Muestras propiamente dichas.